Monday, November 21, 2005

EL VÉRTIGO NUESTRO DE CADA DÍA (DÁNOSLE HOY)



Estoy aquí en casa, aburrido, leyendo y haciendo un trabajo sobre los griegos y la época clásica. Escuchando a Sabina, y me vino el vértigo. Estaba, cómo no, pensando en ti, y de nuevo el vértigo.
De pronto entendí todo. No puedo, no puedo sin ti. Y no sé cómo decírtelo sin parecer absurdo ni precipitado. Tal vez sea este puente de oro que me has regalado o vaya a saber el qué, compañera. Tal vez sea que soy un sentimental o que tú me hagas serlo. Pero no me importan los motivos ahora. Tengo cosas en las que volcarme. O mejor dicho, no cosas sino persona. Tal vez sea que siga esperando y que me guste esperar.

(imagen de Chuck Forest)

1 comment:

Uqbar said...

Las frías mañanas en la Facultad, tu casi siempre huías conmigo al bar y te enfadabas y preferías, la clase a mi compañía... sobre la mesa botellas vacías que sano es arrancarte esa risa,.... que haré cuando te busque en la clase y mi eco me responda al llamarte, otros vendrán y me dirán que te cansaste ya de esperar....

Vertigo que el mundo pare!
que corto se me hace el viaje...

Ismael

Hermano no tengas miedo...allí estará tras el tiempo para esperarte.