Friday, September 30, 2005

Poema numero veinte (Lupe)

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.

Escribir, por ejemplo, "la noche esta estrellada,
y tiritan, azules, los astros, a lo lejos"

El viento de la noche gira en el cielo y canta


Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Yo la quise,y a veces ella también me quiso.

En las noches como ésta la tuve entre mis brazos.
La besé tantas veces bajo el cielo infinito.

Ella me quiso, a veces yo también la quería.
Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos.

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido.

Oír la noche inmensa, más inmensa sin ella.
Y el verso cae al alma como al pasto el rocío.

Qué importa que mi amor no pudiera guardarla.
La noche está estrellada y ella no está conmigo.

Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos.
Mi alma no se contenta con haberla perdido.

Como para acercarla mi mirada la busca.
Mi corazón la busca, y ella no está conmigo.

La misma noche que hace blanquear los mismos
árboles.
Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.

Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise.
Mi voz buscaba el viento para tocar su oído.

De otro. Será de otro. Como antes de mis besos.
Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos.

Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero.
Es tan corto el amor y tan largo el olvido.

Porque en noches como ésta la tuve entre mis brazos,
mi alma no se contenta con haberla perdido.

Aunque éste sea el último dolor que ella me causa,
y éstos sean los útimos versos que yo le escribo.

Pablo Neruda

Thursday, September 29, 2005

ESLÓGANES SIN TRAMPA

"Madrid limpio es capital". ¿Para quién?

"Juntos vamos a más". Entre el juntos y el vamos se coloca un nosotros, que en realidad es un ellos.

En un anuncio de un curso de filosofía: "¿Buscas respuestas?" Sí. Hey, eso es una respuesta. ¿Se acabó ya el curso?

LOS ROSALES

Ante unos rosales, uno de estos seres que se identifican con las hadas, no sé si madrina o padrina, cada cual con su identidad sexual, se dirigió hacia uno niños. Quería probar la inteligencia de los niños, con el dicho de que nunca mienten. Podría haber probado con los borrachos, pero la mayoría no se acerca a los rosales si no es para que el alcohol se escape de su alma.


-Si os dijera que pidierais un deseo, sólo uno, ¿cuál sería?
-Pues yo querría ser rico.
-Eh… montones de golosinas y juguetes
-Yo pediría tener más deseos
-¿Más deseos?
-Si, claro. Así nunca se me acabarían.
-Muy bien, pues entonces te lo concedo. Tendrás más deseos.

El niño que había dado la respuesta creció, pero no sólo él. También creció el mundo a su alrededor. Y los rosales. El hada no creció, si no hubiera sido descubierta por los humanos que la hubieran encerrado en un laboratorio para hacerla pruebas o habría acabado en un zoológico. Ajena a estos pensamientos, esperaba no sin impaciencia la visita de los niños.
Un día, por casualidad (como suelen ocurrir estas cosas, la vida y las historias se nutren de ellas) el niño, adolescente ya, llegó a esos rosales. Esta vez también sincero, pero con la otra misión antes apuntada. En eso se trataba. En apuntar porque de otro modo no hubiera dado en la hoja donde estaba durmiendo el hada, y por ello se despertó. Aturdida, tardó en recuperar la visión normal, y mientras se despertaba del sueño en el que aparecía el niño. El hada, al caer en la cuenta de la situación, gritó al no tan niño:

-Hey, para, para por favor.
El joven estaba aturdido. Giró sus ojos color rosal hacia el diminuto ser.
-Yo te conozco. Tú eres el hada de los deseos.
-Sí. Y tú debes ser aquel chiquillo. ¿Qué tal te fue la vida?
-Bueno, al principio comencé a almacenar deseos, de tal forma que tuve que apuntar los que gastaba y en qué. Luego, pensé que sería bueno, según fui creciendo, en ser egoísta y dedicarme unos cuantos a mí. Sin embargo, muchos no se cumplían y los que se cumplían no eran inmediatos.
-¿Y qué hiciste?
-Pensé en dejar de desear cosas. Pero al darme cuenta de que sólo estaba enfadado, me dije: "¿Cómo malgastar tantos deseos? Sólo un estúpido lo haría.
-¿Entonces?
-Entonces me dediqué a gastarlos en lo primero que se me ocurría, pero siempre guardando algunos por si acaso. Pero entonces tampoco se cumplían.
-¿Y?
-En ello sigo. Pero no consigo entender como fui tan tonto de no pedir nada en concreto. Me conformé con seguir esperando, viendo como pasa mi vida sin que en ella pase nada. Quizá espero un milagro un día.
-Cierto. Todos buscan que se abra el cielo y aparezca algo grandioso, ¿no?
-Más o menos.
-Bien. Me marcho.


El hada abrió las alas y para los vidrios sangrientos del chaval se esfumó como mariposa. Al fin y al cabo, qué oruga no espera serlo algún día.
Los rosales crecieron más, cada vez con menos espinas, al contrario que el niño, al que se le clavaban en el corazón.
Las rosas crecieron del mismo color que éste, pero en sus pétalos había algo verdoso. La esperanza derramada regaba esas plantas.

ESA HERIDA

Ella estaba dando una vuelta por el parque, ese antiguo arenal que ahora se había convertido en una megalópolis de columpios de plástico. Recordaba todas las tardes que había pasado allí. Su época dorada. Mientras recordaba en esta playa improvisada se encendió un cigarrillo.
Estaba demasiado sola y meditabunda y sólo tenía ganas de huir adentrándose en sus recuerdos.
Así se apoyó en uno de los pocos árboles que seguían en pie, firmes, pero con marcas de guerra: tantos orines de perro, tantos corazones grabados a su piel como tatuajes…
Sin inmutarse pensó que era el momento de apagar el cigarrillo por el método tradicional: lo tiró al suelo y lo pisó haciendo una especie de twist con el pie derecho. En ese mismo momento fue cuando oyó los gemidos. El susto fue tal que tuvo que taparse la boca con las dos manos para que no se la escapara el alma por aquel orificio. Giró sobre sí misma sobresaltada. Pero pronto cayó en la cuenta de que se encontraba sola y que el grito solamente podía provenir del suelo. Lo primero que se le ocurrió no sin imaginación es que estaba un hombre enterrado bajo sus pies, a unos dos metros. Se inclinó, y, en cuclillas llamó al firme como si de una puerta se tratara. Pero nadie contestó. El único sonido que se percibían eran unos gemidos ahogados, pero por más que intentó contactar por la palabra no halló respuesta, al menos entendible.
Ese fue el momento en que decidió excavar para poder rescatar al hombre (¿o sería mujer?) enterrado. Cavar como cuando era niña. Es cierto que ya no había tantos excrementos de perro, pero tampoco tenía su pala y su cubo. Ni su rastrillo. Por eso buscó un palo por los alrededores con el que ayudarse. Lo primero que hizo fue clavarlo en la tierra, y se hizo un silencio cósmico. Gracias a la rama consiguió achicar (si es que esto se puede) la arena poco a poco. Pero cuando llevaba cavados tan sólo unos centímetros se encontró con algo desagradable. Era sangre. El grito hubiera sacado de su tumba al mismísimo hombre que intentaba rescatar.
Con la cabeza fría (no diremos sangre fría por la sensibilidad del lector) llamó al número de emergencias. Contó lo que ocurría. En pocos minutos llegaron los efectivos, palabra que suele gustar mucho entre la prensa. El primero que llegó fue el médico y creyó que haber sido el ganador de esta mini-carrera le daba derecho a realizar el primero sus pruebas. Así que se tumbó sobre el suelo en postura india sobre los raíles cuando vienen los trenes y auscultó al suelo. Oía latidos, pero tenían poca frecuencia y el pulso era muy débil. Sólo dijo:

-Como no lo desenterremos pronto, este hombre se nos va.
-Ya deben estar a punto de llegar los demás.

Así fue. Los bomberos realizaron el trabajo de exhumación. Removieron tierra aunque no cielo para encontrarlo. Pero sus esfuerzos fueron en vano.
El médico decretó la defunción oficial a las 19:37 porque dejó de oír el latido. Algunos de los curiosos que se habían acercado al lugar oyeron decir de boca del médico que escuchó gritos mientras se removía el suelo y que en un momento dado, cesaron.

9 meses después, sin que nadie se preguntase porqué, florecieron rosales.

CARTA A MI AMADA

(¿Cuántos pueden presumir de tener amigos filósofos y poetas sin llamarse ellos mismos así?
Lo cierto es que este regalo me demuestra tanto...)
Bueno, esta es la carta a su amada.

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Oh amada mía cuántos días debo esperar para besarte… podía empezar así este relato corto o lo que sea que estoy escribiendo. Pero no quiero irme por los cerros de Úbeda. Si te escribo es porque veo en tus ojos algo más pero que nunca sabré definir. Lo nuestro es el desconcierto, ¿lo es? Pero acaso hay algo entre tú y yo que se pueda etiquetar como nuestro, no, no lo hay, pero intento creer que hay algo, o ya no lo sé, porqué cada vez que me acerco a tu rostro, te das la vuelta rechazando mis caricias. Pero cuando no me acerco, tu mirada, en muy contadas ocasiones busca mi mirada, ¿es eso cierto? o ¿sólo son divagaciones de un loco enamorado? Y esos ojos de dónde salen, parecen robados a una hechicera que cada vez que me mira lanza sus hechizos y su magia sobre mis pensamientos y durante un instante tan sólo un instante creo que te podré estrechar entre mis brazos, pero sé que no se cumplirá. Lo sé por como eres, casi hasta me daría rabia que mis sueños se hicieran realidad, prefiero mirarte a través de un cristal o a través de las palabras de mis amigos en la cafetería que suenan vacías en mis pensamientos cuando tus ojos deciden mirarme. Prefiero saborear ese instante por pequeño que sea, ya que se que tu corazón pertenece a otro, no pasa nada, no es agónico sencillamente es así, y lo acepto, pero me muero porque me beses. Ojala tus ojos me mirasen con el amor con el que te he visto amar al otro (contra el que no tengo nada sencillamente que es el otro y no soy yo).
A veces decido hablarte son muchas las ocasiones en que lo hago, pero sé que entre tu y yo no puede haber conversación coherente, y tampoco puede haber conversación que realmente tenga sentido, ya que no tenemos nada que decirnos, que nos vamos a decir…
De nuevo hoy lo intente y fracasé en el intento por dos motivos. Además de asumir un papel o una personalidad que no es la mía (pero que tras haberme robado el corazón otra dama no tú jeje parece ser la personalidad dominante), el segundo motivo es que creo que seguiré intentando conseguir un beso tuyo, aunque creo que es un imposible. El mejor momento es cuando me miras oh! Por dios que guapa eres, dicen que la perfección no existe, no creo que exista, pero tú para mí eres perfecta.
Lo que más rabia me da es que lo seguiré intentando hasta que ya tus ojos no tengan intención de mirarme, ¿seré gilipollas? Pues más bien si.
No sé que más decirte, para mí eres la princesa de mi reino. A veces voy con mis pensamientos a ese reino pero me doy cuenta de que en él soy como un príncipe que llega tarde al baile cuando la más bella ha elegido. En ese sueño no parece importarme haber llegado tarde a ese baile hasta que veo con que chica baila el afortunado y esa chica eres tu y entonces me despierto, miro a mí alrededor y me veo en mi cuarto soñando con princesas preciosas y tengo tanta mala suerte que ni siquiera gano en ese sueño.
Ya me despido de ti princesa, esa princesa que nunca está, pero a la que siempre espero, y espero y espero.

PREÁMBULO A LAS INSTRUCCIONES PARA DAR CUERDA A UN RELOJ

Piensa en esto: cuando te regalan un reloj te regalan un pequeño infierno florido, una cadena de rosas, un calabozo de aire. No te dan solamente el reloj, que los cumplas muy felices y esperamos que te dure porque es de buena marca, suizo con áncora de rubíes; no te regalan solamente ese menudo picapedrero que te atarás a la muñeca y pasearás contigo. Te regalan -no lo saben, lo terrible es que no lo saben-, te regalan un nuevo pedazo frágil y precario de ti mismo, algo que es tuyo pero no es tu cuerpo, que hay que atar a tu cuerpo con su correa como un bracito desesperado colgándose de tu muñeca. Te regalan la necesidad de darle cuerda todos los días, la obligación de darle cuerda para que siga siendo un reloj; te regalan la obsesión de atender a la hora exacta en las vitrinas de las joyerías, en el anuncio por la radio, en el servicio telefónico. Te regalan el miedo de perderlo, de que te lo roben, de que se te caiga al suelo y se rompa. Te regalan su marca, y la seguridad de que es una marca mejor que las otras, te regalan la tendencia de comparar tu reloj con los demás relojes. No te regalan un reloj, tú eres el regalado, a ti te ofrecen para el cumpleaños del reloj.

JULIO CORTÁZAR

SU AMOR NO ERA SENCILLO

Los detuvieron por atentado al pudor. Y nadie les creyó cuando el hombre y la mujer trataron de explicarse. En realidad, su amor no era sencillo. Él padecía claustrofobia, y ella, agorafobia. Era sólo por eso que fornicaban en los umbrales.

MARIO BENEDETTI

NACIONES-CONSTELACIONES

De una idea de Fernando Savater, acerca de los nacionalismos, escribí esto, que viene a hablar de que la nación es un accidente sexual, como ya se dijo. Las fronteras son tan arbitrarias como agrupar las estrellas en constelaciones.

Las naciones son como las constelaciones
Las estrellas son los individuos
Alguien unió unas líneas imaginarias
Y creó un espacio, unas fronteras, etnias cerradas
¿y la identidad dónde está?
¿Y las relaciones entre constelaciones?
¿y entre las naciones?
Es la autarquía la independencia de una minoría
Le han preguntado a una estrella si quiere vivir en una constelación
Le han preguntado al hombre si quiere ser español
Si quiere ser de león, masón, gascón
Turco, iraní, iraquí
Le han preguntado cómo se siente allí
No se siente ciudadano de tal sitio
Sino si se siente bien en ese lugar que le asignan porque sí
Y si una estrella quiere viajar de constelación en constelación
Qué hace, ¿llama a un touroperador?
Una oveja en un rebaño, un cerdo en una piara, un perro en una jauría y un hombre en qué, ¿en España? Menudas patrañas, telas de araña que crecen en las entrañas
Quién clasifica al hombre en un lugar
Quien le encierra en una comunidad
Cómo se siente sin poder escapar
Atado por una idea decimonónica

EL DESEO

Una tarde, al finalizar el sabbat, los judíos de una aldea chasídica estaban reunidos en una mísera taberna. Todos eran vecinos de la localidad, salvo uno al que nadie conocía, triste y andrajoso, que permanecía en cuclillas junto a la estufa. Los temas de conversación habían ido languideciendo, cuando surgió la cuestión de lo que cada cual pediría si le fuese concedido un único deseo. Éste de acá querría dinero, aquél, un buen yerno, el tercero, un nuevo banco de carpintero, y así sucesivamente.
Todos habían manifestado ya sus deseos y el mendigo seguía acurrucado al calor de la estufa. De mala gana y pausadamente dio también su respuesta:
-Querría ser un poderoso rey, señor de un gran país, y que una noche, mientras durmiese en palacio, los enemigos cruzasen la frontera y, antes de que alboreara, sus huestes se abrieran paso hasta el castillo sin encontrar resistencia, que me arrancaran del sueño, no me dieran tiempo ni para vestirme, y, en camisón, tuviera que emprender la fuga. Me acosasen sin piedad por montes y valles, a través de bosques y peñascales, sin darme respiro, día y noche, hasta verme a salvo sentado en este banco junto a vosotros. Esto pediría.
Los demás se miraron unos a otros si entender.
-Y en resumidas cuentas, ¿qué conseguirías?
-¡Un camisón!-fue la respuesta.

WALTER BENJAMIN

DESARMAR LOS MERCADOS FINANCIEROS

Desarmar los mercados financieros

Ignacio Ramonet Le Monde diplomatique, edición española, febrero de 1997.

El tifón que han experimentado las bolsas de Asia amenaza al resto del mundo. La mundialización - cuyo principal motor es la optimización a escala planetaria del capital financiero - está poniendo a los pueblos en estado de inseguridad generalizada. Ignora y rebaja a las naciones y a sus Estados en tanto que espacios idóneos para el ejercicio de la democracia y como garantes del bien común.
La mundialización financiera ha creado de esta forma su propio Estado. Un Estado supranacional, que dispone de sus aparatos, de sus redes de influencia y de sus propios medios de acción. Se trata de la constelación formada por el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial , la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y la Organización Mundial del Comercio (OMC). Estas instituciones hablan con una sola voz - amplificada por la práctica totalidad de los media - para exaltar las virtudes del mercado.
Este Estado mundial es un poder sin sociedad, ya que este rol es ejercido por los mercados financieros y las empresas gigantes de los que son mandatarios. El resultado es que las sociedades realmente existentes son sociedades sin poder (1). Y todo esto no deja de agravarse. (Léase en éste número el dossier sobre la crisis financiera actual).
Sucesora del GATT, la OMC se ha transformado desde 1995 en una institución dotada de poderes supranacionales y situada fuera de cualquier control por parte de las democracias parlamentarias.
Una vez que se propone intervenir, la OMC puede declarar a las legislaciones nacionales en materia de derecho laboral, de medio ambiente o de salud contrarias a la libertad de comercio y pedir su derogación (2). Por otra parte, desde mayo de 1995, en el seno de la OCDE, al margen de la opinión pública de los diferentes países, se negocia el muy importante Acuerdo Multilateral de Inversiones (AMI), que deberá ser firmado en 1998, y que se orienta a dar plenos poderes a los inversores frente a los gobiernos.
El desarme del poder financiero debe convertirse en un objetivo de interés cívico de primera magnitud, si se quiere evitar que el mundo del próximo siglo se transforme en una jungla donde los predadores impongan su ley.
Diariamente unos 1.500 millardos de dólares realizan múltiples idas y venidas, especulando sobre las variaciones en las cotizaciones de las divisas. Esta inestabilidad de los cambios es una de las causas del alza de los intereses reales, que frena el consumo doméstico y las inversiones de las empresas. Incrementa los déficits públicos y por otra parte incita a los fondos de pensiones, que manejan centenares de miles de millones de dólares, a reclamar a las empresas dividendos cada vez más elevados. Las primeras víctimas de esta "caza" del beneficio son los asalariados, cuyos despidos masivos hacen subir las cotizaciones bursátiles de sus ex-empleadores. ¿Pueden las sociedades seguir tolerando lo intolerable por mucho tiempo?. Es urgente arrojar algunos gramos de arena en el engranaje de estos movimientos de capitales devastadores. De tres formas: supresión de los "paraísos fiscales"; aumento de la fiscalidad en las rentas del capital; aplicación de tasas sobre las transacciones financieras.
Los paraísos fiscales son zonas en las que reina el secreto bancario, que no sirve más que para camuflar malversaciones y otras actividades mafiosas. Miles de millones de dólares son sustraídos de esta forma a toda fiscalidad en beneficio de los poderosos y de los establecimientos financieros. Porque todos los grandes bancos del planeta tienen sucursales en los paraísos fiscales y extraen un gran provecho de ello. ¿ Por qué no decretar un boicot financiero, por ejemplo, a Gibraltar, o a las Islas Caimán o a Liechtenstein, mediante una prohibición a los bancos que trabajan con el sector público de operar y abrir filiales en esos lugares?.
El impuesto sobre las rentas financieras es una exigencia democrática mínima. Estos beneficios deberían ser sometidos exactamente a la misma fiscalidad a la que se somete a las rentas del trabajo. Esto no sucede en ningún lugar, en particular en la Unión Europea. La libertad total de circulación de capitales desestabiliza a la democracia. Por ello es importante poner en marcha mecanismos disuasorios. Uno de ellos es la Tasa Tobin Que toma su nombre del Premio Nobel norteamericano de economía, que la propuso en 1972. Se trata de gravar, de forma módica, todas las transacciones sobre los mercados de cambios para estabilizarlos y al mismo tiempo para procurar ingresos a la comunidad internacional. Con un nivel del 0,1%, la tasa Tobin lograría anualmente unos 166 mil millones de dólares, dos veces más que la suma anual necesaria para erradicar la pobreza extremada de aquí al comienzo del próximo siglo (3). Numerosos expertos han señalado que la puesta en práctica de esta tasa no presentaría ninguna dificultad técnica (4). Su aplicación arruinaría el credo liberal de cuantos no cesan de evocar la ausencia de soluciones de recambio al sistema actual.
¿Por qué no crear ( a escala planetaria) la Organización No Gubernamental Acción por una Tasa Tobin de ayuda a los ciudadanos (ATTAC)?. En coordinación con sindicatos y asociaciones con finalidades culturales, sociales o ecológicas, podría funcionar como un formidable grupo de presión cívica ante los gobiernos para impulsarles a reclamar finalmente la puesta en marcha efectiva de este impuesto mundial por la solidaridad.
(1) Léase André Gorz, Misères du present, richesse de l?avenir, Gallilée, París, 1997; así como la comunicación de Bernard Cassen en el coloquio "La social-démocratie à l?eure de la mundialisation", organizado por el artido Quebequés (PQ) en septiembre de 1997. Por otra parte, el Grupo de Lisboa, presidido por Riccardo Petrella, publicará próximamente un estudio titulado "El desarme financiero". (2) Cf. Francois Chesnais, La mundialisatión du capital, Syros, París, 1997 (nueva edición corregida). (3) Rapport sur le developpment humain 1997. Económica, París. (4) Cf. Mahbub Ul Haq, Inge Kaul, Isabelle Grunberg. The Tobin Tax; coping with Financial validity. Oxford University Press, Oxford, 1996. Léase Le Monde diplomatique, edición española, febrero de 1997.
--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------ATTAC: ¿Qué es ATTAC? Asociación por una Tasa sobre las Transacciones especulativas para Ayuda a los Ciudadanos. El punto de partida de ATTAC se sitúa en el artículo-editorial publicado por Ignacio Ramonet en 1997 en la revista Le Monde Diplomatique. A partir de ese momento, se empezaron a organizar plataformas donde confluyeron los intereses y las ideas de un número creciente de personas con una conciencia crítica sobre el funcionamiento de la economía y las deficiencias de sus instituciones y con una voluntad decidida de cambiarlas. El movimiento ATTAC pretende ser una alternativa esperanzadora que nos permita retomar la certeza de que otro mundo es posible. ATTAC es un movimiento internacional por el control democrático de los mercados, vertebrado en torno a los siguientes objetivos:1º.- Recuperar, y ampliar, los espacios perdidos por las colectividades en beneficio del poder financiero.2º.- Oponerse a toda nueva renuncia de competencias por parte de los Estados que tienda a privilegiar el derecho de los inversores o mercaderes.3º.- Definir y construir, en suma, un orden socioeconómico más democrático a nivel mundial.Estos objetivos, presentes con anterioridad en la conciencia crítica de multitud de personas, confluyen y se van configurando en diversas Plataformas locales, regionales o nacionales, a partir del artículo publicado por ‘Le Monde Diplomatique’ en diciembre de 1997, donde se planteaba la "imposición de la Tasa Tobin" como posible mecanismo disuasorio para frenar la presente volatilidad en los movimientos de inversiones, que desestabiliza los países.-------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Tasa Tobin sobre el flujo de capitalesHans De Vrey; 20 de julio del 2001 La Tasa Tobin, el impuesto sobre el flujo de capitales en el mundo, propuesto por el economista James Tobin, ha sido reanimado por los anti-globalistas: estos opinan que con los ingresos de este impuesto se puede combatir la pobreza en el mundo. Incluso los ministros de finanzas de la Unión Europea estudiarán la viabilidad de la tasa. Sin embargo, está claro que la posibilidad de que se introduzca este impuesto, es mínima.
El primer ministro francés, Leonel Jospin y su homólogo alemán, Gerhard Schröder, han tenido un gesto de acercamiento hacia el movimiento anti-globalización. La semana pasada el canciller alemán dijo que hay que tomar en serio las preocupaciones de los manifestantes. Ambos políticos condenan la violencia practicada por una minoría, pero el tema forma parte de la agenda política. En este mes de septiembre, los ministros europeos de finanzas estudiarán una propuesta que data de los años 70: la tasa Tobin.
En 1971, el economista norteamericano James Tobin, propuso introducir una tasa sobre los flujos de capital especulativos, los cientos de miles de millones que cruzan el mundo en un día, debido a la necesidad de capital, o que son utilizados para el comercio de valores. Con esta tasa, el que más tarde ganaría el premio Nóbel de economía, pretendía combatir las excesivas oscilaciones en los mercados de valores. En los últimos años la idea de Tobin ha tomado vida independiente. Los activistas de izquierda lo interpretaron como un instrumento para combatir la especulación y quieren ayudar a los pobres del mundo con los fondos adquiridos.
No es una casualidad que el mayor movimiento anti-globalización lleve el nombre el concepto de la tasa Tobin. Ese movimiento, que se originó en Francia, lleva el nombre de ATTAC, Asociación por una Tasa a las Transacciones Cambiarías para Apoyar a los Ciudadanos. ATTAC ya tiene filiales en casi todos los países de Europa Occidental y ha obtenido logros con la promoción de la política de gravamen de Tobin.
Pero la tasa Tobin tiene un pequeño problema: es completamente inaplicable. Eso no lo dicen solamente los especialistas, sino también el propio profesor Tobin. La introducción de un impuesto de esa índole sólo es posible con la aceptación por parte de la totalidad de los países, aquellos desde donde sale el capital y también los receptores. Además exige la cooperación de bancos, fondos y otras instituciones privadas, que envían diariamente esos cientos de millones de dólares hacia todo el mundo. Ya es bastante improbable una aceptación por parte de los países involucrados; que el mundo financiero apoye tal medida es francamente impensable. Los inversores, simplemente, emigrarían hacia paraísos fiscales, o se escudarían en construcciones offshore, que son sociedades anónimas para operar internacionalmente sin pagar impuestos ni dar informaciones en el país donde se han registrado.
Que distintos grupos de activistas levanten banderas de ideales irrealizables no es inusual, ¿pero políticos tan importantes como el primer ministro Jospin y el canciller Schröder? El apoyo verbal al movimiento anti-globalización en general, y a la tasa Tobin en particular, parece ser una buena inversión política. Esto cae muy bien entre los simpatizantes anti-globalización, que representan entre el 5 y el 10% del electorado francés o alemán. Además no cuesta un centavo, ya que la tasa Tobin no se introducirá jamás.

EQUILIBRIO


Paredes plomizas entre pasillos
Sin más adorno que un gris oscuro
Como oscuras sendas de estudiantes
Que deambulan entre los muros

Puertas que se quejan a gritos
Dan paso a viejas clases enlatadas
Con profesores que son vestigios
De civilizaciones ya olvidadas

Proyectores de imágenes invisibles
Pues nunca se sabe qué proyectan
Completan la particular mitología
De los alumnos que se ausentan

Con olor a sustancias prohibidas
Entre compases de tango pedigüeño
Se sirven botellas de brisas
Aire de un oasis halagüeño

Son cinco plantas y dos sótanos
Donde pensar es todo un desafío
Sin embargo existe una mezcla
que tiene la facultad del equilibrio

Orden en el caos de papeles y pupilos
sueños de séptimo arte o, ¿era octavo?
Cartas repartidas, jugadores en vilo
Gasolina del cerebro de 95 octanos

Notas a pie de página sin inquietar
Círculos de sioux fuman la paz
Amores de un segundo verás marchar
Un céntimo pierdes por conversar

Un diario ocupa su sitio en la mesa
Parece que pierdes tu valioso tiempo
Enredado en mil dibujos, notas y versos
no atendiendo lo que no interesa

demasiada gente para ser reconocido
apuntes más que vanos, sólo califican
amigos que no dejarán de ser amigos
al dejar la facultad de la vida.

Son cinco plantas y dos sótanos
Donde pensar es todo un desafío
Sin embargo existe una mezcla
que tiene la facultad del equilibrio

Del equilibrio……..desempolva tus libros
Del equilibrio……..busca un nuevo camino
Del equilibrio……..corte de manga a tu destino
Del equilibrio……..des- equilibrio
Del equilibrio.


TORRES/PEPE

otra de frases (Lupe)

"cuando estas hundido siempre hay algo que te saca a flote" (anonimo)

"el hombre desprecia lo que ignora para no sentirse ignorante" (anonimo)

"tristes tiempos aquellos en los que hay que luchar por lo que es evidente"

"lo malo de una mujer con el corazón roto es que empieza a repartir los pedazos"

NOTICIA DE UNA VENTA

En la esquina inferior izquierda del diario de aquel día, se pudo leer:
"Vendió su esqueleto para poder gastarse el dinero que le dieron por él en copas. Sin pensarlo, después de haberlo leído en un cartel no recuerda dónde fue a beneficiarse de las innumerables ventajas que tiene la transacción.
El esqueleto fue vendido contra su voluntad a la Facultad de Medicina de la universidad de la ciudad con el fin de realizar pruebas en un futuro.
Espera que a su dueño, por llamarle de algún modo, la vida le dure bastante, pues aún no ha podido desarrollarse como formación ósea. Está enfadado porque no quiere ser observado por estudiantes aún inexpertos. El esqueleto tiene vergüenza de que le vean desnudo. También teme la soledad de los laboratorios, rodeado de frascos de formol y de pósteres donde con letras y números infinitamente pequeños, se descuartiza la complejidad.
Por otra parte, el que dueño del esqueleto está encantado con la juerga que se corrió a cambio del dinero que le dieron por él y lamenta no haber podido tener dos esqueletos o venderlo por partes y así sacar más dinero.
No se arrepiente más que de que la juerga durara tan poco, y se vanagloria de haber hecho el negocio de su vida, puesto que no tiene que dar el esqueleto a la Facultad hasta que se muera y por aquel entonces él no lo habrá visto y no le dolerá. Lo único es que tiene algo de cosa, en sus palabras textuales, por ser enterrado en órganos. Dice que se pondrá el ataúd perdido de sangre. Por ello, está pensando en vender también sus órganos: y que entierren un papel donde diga algo así: vale por un cuerpo humano del señor Z, de tantos centímetros de altura y tantos kilos de peso.
Por su parte los padres del vendedor no se creen la noticia y piensan que es otra broma de su hijo, que él es así, siempre de guasa.
Pero según dijo éste, me gustaría estar allí para ver la cara que ponen mis padres y qué es lo que dicen para reírme por última vez. Aunque si vendo también mis ojos…bueno, qué más da.
Sin embargo, la cosa tiene una parte mala, ya que al ser propiedad de la Facultad y no del dueño carnal, éste tiene la obligación de cuidarlo para que no llegue con ningún desperfecto, ante lo cuál se lo toma a broma: Yo le daré mucho calcio, pero qué pueden hacer, si estoy muerto, ¿quitarme el dinero?

NO WORDS...

Parece mentira, pero me rodeo de filósofo/as. El otro día, me dijeron algo genial: NO WORDS...
¿Cómo es posible la paradoja de que sin-palabras se pueda decir más que en cualquier discurso u homilía preparado por los más expertos, los mejores oradores?

NIHIL MOTUM EX ANTIQUO PROBABILE EST, desconfiad de toda innovación

"El escritor original no es aquel que no imita a nadie, sino aquel a quien nadie puede imitar".

FRASES QUE ENCONTRÉ...

"el pueblo es un corazón de oro encerrado en un cuerpo de barro y paja, mientras que la clase alta son cuerpos de oro con corazón de barro y paja"
(gErT)

"La paz obtenida en la punta de la espada, no es más que una tregua"
(Proudhon)

"¿qué es el rey? ES EL MANDATARIO DEL PUEBLO
si el rey es el mandatario del pueblo debe rendir cuentas. Si debe rendir cuentas está sujeto al control; si puede ser controlado es responsable. Si es responsable, es castigado. Si lo es, es según sus actos. Si debe ser castigado según sus actos, puede ser condenado a muerte".
(paráfrasis)

UN MUNDO FELIZ

(...)

-Es que a mí me gustan los inconvenientes.
-A nosotros, no -dijo el Interventor-.
Preferimos hacer las cosas con comodidad.
-Pues yo no quiero comodidad. Yo quiero a Dios, quiero poesía, quiero peligro real,
quiero libertad, quiero bondad, quiero pecado.
-En suma -dijo Mustafá Mond-, usted reclama el derecho a ser desgraciado.
-Muy bien, de acuerdo -dijo el Salvaje, en tono de reto-. Reclamo el derecho a ser
desgraciado.
-Esto, sin hablar del derecho a envejecer, a volverse feo e impotente, el derecho a tener
sífilis y cáncer, el derecho a pasar hambre, el derecho a ser piojoso, el derecho a vivir en
el temor constante de lo que pueda ocurrir mañana; el derecho a pillar un tifus; el
derecho a ser atormentado.
Siguió un largo silencio.
-Reclamo todos estos derechos -concluyó el Salvaje.
Mustafá Mond se encogió de hombros.
-Están a su disposición -dijo.

Aldous Huxley, Un mundo feliz

Wednesday, September 28, 2005

UN REGALO DE JORGE ESCRITO POR OTRO JORGE

Después de un tiempo, uno aprende la sutil diferencia entre sostener una mano y encadenar un alma, y uno aprende que el amor no significa acostarse Y una compañía no significa seguridad y uno empieza a aprender...Que los besos no son contratos y los regalos no son promesas y uno empieza a aceptar sus derrotas con la cabeza alta y los ojos abiertos y uno aprende a construir todos sus caminos en el hoy, porque el terreno de mañana es demasiado inseguro para planes... y los futuros tienen una forma de caerse en la mitad.
Y después de un tiempo uno aprende que si es demasiado,hasta el calorcito del sol quema.Así que uno planta su propio jardín y decora su propia alma, en lugar de esperar a que alguien le traiga flores. Y uno aprende que realmente puede aguantar, que uno realmente es fuerte, que uno realmente vale, y uno aprende y aprende... y con cada día uno aprende.Con el tiempo aprendes que estar con alguien porque te ofrece un buen futuro significa que tarde o temprano querrás volver a tu pasado. Con el tiempo comprendes que solo quien es capaz de amarte con tus defectos, sin pretender cambiarte, puede brindarte toda la felicidad que deseas.Con el tiempo te das cuenta de que si estas al lado de esa persona solo por acompañar tu soledad, irremediablemente acabaras no deseando volver a verla. Con el tiempo entiendes que los verdaderos amigos son contados, y que el que no lucha por ellos tarde o temprano se vera rodeado solo de amistades falsas.Con el tiempo aprendes que las palabras dichas en un momento de ira pueden seguir lastimando a quien heriste, durante toda la vida. Con el tiempo aprendes que disculpar cualquiera lo hace, pero perdonar es solo de almas grandes.Con el tiempo comprendes que si has herido a un amigo duramente, muy probablemente la amistad jamás volverá a ser igual. Con el tiempo te das cuenta que aunque seas feliz con tus amigos, algún día lloraras por aquellos que dejaste ir.
Con el tiempo te das cuenta de que cada experiencia vivida con cada persona es irrepetible.Con el tiempo te das cuenta de que el que humilla o desprecia a un ser humano tarde o temprano sufrirá las mismas humillaciones o desprecios multiplicados al cuadrado.Con el tiempo aprendes a construir todos tus caminos en el hoy, porque el terreno del mañana, es demasiado incierto para hacer planes.
Con el tiempo comprendes que apresurar las cosas o forzarlas a que pasen ocasionara que al final no sean como esperabas.
Con el tiempo te das cuenta de que en realidad lo mejor no era el futuro, sino el momento que estabas viviendo justo en ese instante.Con el tiempo veras que aunque seas feliz con los que están a tu lado, añoraras terriblemente a los que ayer estaban contigo y ahora se han marchado.
Con el tiempo aprenderás que intentar perdonar o pedir perdón, decir que amas, decir que extrañas, decir que necesitas, decir que quieres ser amigo, ante una tumba ya no tiene ningún sentido.
Pero desafortunadamente, solo con el tiempo.....

Borges

EL CORAZÓN DEL MAR

"Hay que dar a cada uno lo que le pertenece, hay que dar a cada uno lo que merece…"
Estas palabras retintineaban en su cabeza incesantemente. El anciano, quejumbroso, paseaba descalzo por la playa acompañado de estos pensamientos. Pensamientos que iban y venían como el agua contra la orilla. Vaivenes. Así como cada pensamiento traía una idea nueva o completaba la idea anterior, Neptuno se dedicaba a traer recuerdos en forma de algas, piedras, conchas, peces, medusas y también bolsas de plástico.
El viejo se detenía a mirarlo y seguía debatiéndose acerca de la moral de la propiedad y su legitimidad. Había leído mucho acerca de ello sin duda. Y aún se encontraba sin respuesta. En otro tiempo había sido un economista, uno más. Ahora, ya jubilado, se necesitaba para seguir sintiendo. Necesitaba creerse entre balances, cuentas, pagos, deudas, acreedores, inversiones, teorías, filosofías… Añoraba una vida que le había sido negada por culpa de un papel basado en una triste orden. Él había sido un empleado modelo, cumplidor, de los que son la envidia del resto de los compañeros. Siempre impecable, siempre puntual. Siempre perfecto. Siempre sabía lo que tenía que hacer. Nunca o casi nunca se equivocaba. Siempre cercano a lo legal, a lo correcto. No como tantos y tantos corruptos, que tentados por la cercanía del brillo o del poder, se estropean. Robar era impensable para él. Por eso el tema de la propiedad le martirizaba. Proudhon decía que la propiedad era un robo. A él esas palabras le confundían. ¿Estaba robando cada vez que poseía algo? Y cuándo era amo o dueño de su vida, ¿también robaba, puesto que la vida era de su propiedad?
Llevaba sus zapatos náuticos (no por casualidad), siempre bien cuidados, en la mano. Aunque eran antiguos se conservaban estupendamente. Temía por que se ensuciaran con el barro o con las algas, y por ello (además de que le gustara el tacto de la arena mojada contra las plantas de los pies) se descalzaba. Sin embargo, aturdido por su mente seguí pensando: "¿Y por qué lo hago? ¿No es ciertamente otro recelo de la propiedad? ¿Acaso no lo hago porque son mis zapatos y tengo miedo a que se estropeen?".
Lo mismo que pasa con unos zapatos suele pasar con la propia vida: uno se la pone tan poco para no estropearla, creyendo así vivirla bien, que dura tanto como los viejos náuticos, pero no han andado mucho.
Y así, entre vaivén y vaivén llegó a los pies del anciano un remesa de preciados bienes: piedras brillantes, bolsas del Alcampo, pedazos de sal y agua, insectos, restos de comida de los domingueros…Todo era lo de siempre. Más o menos. Hasta que vio la concha. La concha brillante que le llamaba. Era casi marmórea, hecha del mismo bloque que la piel del David y del Moisés. Era un pedazo de cada corazón: uno delicado, otro férreo. Tenía esa misma forma icónica que se le da a un corazón. Estaba envuelto en algas, que formaban un lazo verdoso y espeso. Nada más verla florecieron en él unas súbitas ganas de cogerla. Pero le refrenó la legal voz de su interior: "Hay que devolver a la tierra lo que es de la tierra y al mar lo que es del mar. Y por supuesto, a los hombres lo que es de los hombres. Ya se dijo en otros tiempos. Si no, mal robo haríamos. Un viejo indefenso como yo, achacoso, más cercano al vientre de la tierra que al vientre de la otra madre biológica, la que vio al nacer. Recibo el presente de ti, inmenso mar, más anciano que yo. Y más sabio. ¿Me justifico a mí mismo si digo que es un regalo? Puede que sí. Puede que tú sólo me enseñes lo que tienes, lo que sabes, y que yo te lo quite sin tu permiso. No, no voy a hacerlo. Se ha dicho: No robarás. Robar está mal. Y no serás tú quien me haga incumplir una regla".
Pero todas las reglas tienen su excepción. Y el mar nunca había obsequiado su corazón.

EL RINCÓN DE LOS MONÓLOGOS

Parece mentira que exista un lugar así. El lugar perfecto para los sordos. Donde todo el mundo opina y nadie escucha. Donde la única línea conductora entre pensamientos es la propia inexistencia de esa línea. Donde lo más mundano se convierte en una historia, a la que todos ignoran. Ese lugar en que la ficción es menos que una ilusión, no es arte, y aún menos comunicación. El único lugar en el que los mitos se desmitifican, los ídolos de barro se secan al sol de invierno, la relación se convierte en insustancial, vana, fútil. El lugar donde una conversación pasa a ser una conservación, algo propio, más que la memoria misma. A quién le importa algo que no se puede reproducir, que no se puede repetir, que no se puede copiar, no se puede atacar, no se puede reafirmar, no se puede defender, no se puede meditar, no se puede explicar. Sólo porque no se quiere escuchar.
La opacidad llega a ser insoportable. Una opacidad acústica, por supuesto. Un huracán del pensamiento traducido en palabras. Un non-stop de verbos grandilocuentes, de discursos exacerbados, de paráfrasis rebuscadas, de citas célebres. Un non-stop de idioteces, de sinsentidos, de incoherencia, de laberintos bisbeados, de gramática pérfida.
El interior presume de ser inexpugnable. El interior predica su libertad, su intimidad, sus derechos. El fuero interno se rebela contra el interior, y aún más contra el exterior. Ambos le son ajenos. En el rincón exterior e interior se confunden. Las palabras se escuchan como si fueran ideas, sólo dentro de la cabeza reverberante del individuo. A veces ni eso. El individuo está tan ocupado pensando qué dirá a continuación, que ni el eco de sus pensamientos se acerca a su umbral de percepción.

TE MIRO

Te miro y no me escuchas.
Te miro y no me hablas.
Te miro y tú me miras.
Te miro y no me entiendes.
Te miro, otros te miran.
Te miro, otros te hablan.
Te miro, otros te aman.
Te miro, tú a quién miras.
Te miro, tú a quién amas.
Te miro, a quién escuchas.
Te miro, eres vacío.
Te miro, eres silencio.
Te miro, eres un sitio.
Te miro, soy un mendigo.

HACIENDO NADA

-¿Estás haciendo algo?
-Sí, lo que me da la gana. Estoy haciendo nada.

Ayer te ví pero no eras tú. Quizá creí que lo eras. Me hice una idea de ti. Embustera. Menos mal que me desperté. Gracias por romper ese vaso. Buscaba una pregunta en tus ojos. No en la boca. No, no me refería a un beso. Lo sabes bien.
La nausea que da la alegría. No cualquier alegría, se entiende. Una importante.
No siento celos. No se pueden tener celos de alguien que no te ama, que no conoces. Pero hoy me has mirado. Hoy soy un poco más tuyo y tú eres mucho menos mía.
Espero a que algo cambie para que no cambie nada. No quiero hablarte. Incluso no quiero pensar en ti. No quiero imaginarte. No quiero conocerte. Sal de mí. No me poseas. No pienso en ti y basta verte un segundo para acabar con mi voluntad. Retorcerla.
Mendigo sueños. Sólo tengo uno. Nada más. Monopolio maldito. Te deseo. Deseo que me beses y te vayas. Que no vuelvas.
Tú me regalas poemas con tus ojos y con tu sonrisa. Yo no puedo escribírtelos. Sería pedir demasiado. Pero he ganado el pulso. Te miro de soslayo, furtivo. He ganado. Orgulloso.

EMPEZAR MAL...

-Perdona…
-Ya empiezas mal si tienes que pedir perdón.

POR QUÉ

-¿Por qué tienes esos ojos tan rojos?
-Porque cada vez que me miras me avergüenzo y se ponen colorados.
-Porque llorando acabé con las lágrimas y tuve que usar la sangre.
-Porque el corazón me late más deprisa y la sangre tiene que salir por algún lado.

SI HAY ALGO

"Si hay algo resucitaré otras nadas" -dijo el quizás a la utopía.
Debes mirar el ayer y el mañana
Desde otro punto de mira.
Un futuro presente sin puertas abiertas
Cuantos más minutos pasan, más cerca te alejas.

LOS NADIES Y LAS NADAS

Los nadies y las nadas comparten piso en la utopía. Buscan un tercer compañero para poder pagar el alquiler. Es un piso con buenas vistas y soleado. Interesados llamarse a sí mismos.

DICEN

Dicen que la democracia es el sistema menos malo de gobierno
Dicen que la democracia es el sistema menos malo.
Dicen que la democracia es el sistema.
Dicen que la democracia es.
Dicen.
Dicen que la utopía es algo difícil de realizar.
Dicen que la utopía es algo difícil.
Dicen que la utopía es algo.
Dicen que la utopía es.
Dicen.
Dicen que los ideales son solamente cosas de jóvenes.
Dicen que los ideales son solamente cosas.
Dicen que los ideales son solamente.
Dicen que los ideales son.
Dicen.
Dicen que la libertad es lo más importante del ser humano.
Dicen que la libertad es lo más importante del ser.
Dicen que la libertad es lo más importante.
Dicen que la libertad es lo más.
Dicen que la libertad es.
Dicen.
Dicen que otro mundo es posible.
Que no lo digan, que lo hagamos.
Porque lo es.

UN QUIZÁS CUALQUIERA

Nada llegaba. Seguí esperando. Había quedado con ella años atrás y apareció, pero se fue tan pronto…Ahora aparece. Muy de vez en cuando. De forma aislada une individuos. A eso lo llaman global.
¿hay alguien ahí? Los corazones suelen ser sordos aunque globales (quiero decir con forma de globo, disculpen el acto reflejo. Es la costumbre. Hay manías que se pegan.
Es la enésima vez que la espero. Y cansa. Cansa ferozmente.
Ahora parece que llega. Sí. Es ella. Es preciosa. ¿Cómo renunciar a ella? Ha tenido tantos amantes, tanto conocidos como secretos. Quiero poseerte. Pero sólo tienen una parte de ti. Yo, aunque te llamo o lloro de vez en cuando me rechazas. No siempre tienes tiempo para todos.
He quedado mudo. Ahora sé lo que te aprecio, lo que te deseo, lo que te añoro. Lo que te he echado de menos. Pero también que no sólo me haces falta a mí.
Sin sentido siento más. Sueño. Sueño que te quedas conmigo. Y me miras a los ojos, sin pestañear. Y me coges las manos frías. Y a veces me empujas al vacío. Sin miedo. No existe el miedo.
Y me tocas la cara. Mi cara. Oculta a veces. No me atrevo a mirarte. Reluces. Estoy indeciso. No sé qué hacer. Nunca he sido nada concreto y ella tampoco. Tenemos algo en común. Soy un mar de dudas, ella es imprecisa.
Toda mi vida se resume a lo que me acompaña. Todo gira en torno al sí y al no. Soy solo un artilugio de los otros. Pero qué más da. Ella sonríe. Y hablamos.

-No puedes tenerme. Yo a veces soy nada. Soy nadie.
-Si hay algo, resucitaré otras nadas.
-Quizás.
-Utopía.

EL ROSTRO DE NADIE

El rostro de nadie es irreconocible. El rostro de nadie no es recordado. Nadie se fija en él. Es del montón, casi invisible.
El rostro de nadie es reflejo de su alma. Sus ojos se pierden en su cara. Nadie los busca. Nadie los encuentra.
Las orejas de nadie no escuchan. No oyen siquiera.
La boca de nadie no protesta. No se queja. Consiente.
El rostro de nadie se rompe. Se arruga. El corazón de nadie se quiebra. Se filamento.
Nadie lo quiere. A nadie le preocupa. Solo a nadie.

SIN NOMBRE

Sin nombre. Con nombres. Con números. Sin rostro. Sin identidad individual. Sin sujeto pero atado. Y bien atado. Mordazas. Sin nombre. Sin alma. Sin apodo. Sin referencias. Sin alcohol. Sin cafeína. Sintetizando: sin-taxis.

"QUERÍA VOLAR"

Se asomó desde el balcón del sexto piso de su casa. Y desde allí contempló la ciudad en verano. Aquel verano que acababa de comenzar esa misma noche de junio. La luna se escondía entre nubes grises, dispuesta a arroparse del acuciante calor de la urbe.
En el patio se escuchaban voces de fondo, frases inconexas que reverberaban en las paredes de yeso blancas y se escuchaban como murmullos incandescentes.
Al fondo, en su horizonte visual, su punto de fuga de aquel cuadro, silencio. Luces alineadas perfectamente. Algunas parpadeaban. Intermitentes. Quizá coches.
Quería tener un padre que le dijera: "algún día todo esto será tuyo". Esa frase tan trillada. Quería decirle: "¿por qué algún día? Ya lo es. Todo es mío, pero no sólo mío".
Antenas, cables y parabólicas adornaban la estampa con una geometría tan escuálida que chocaba con el poderío de los edificios sobresalientes, gruesos, de acero y hormigón. Y resulta que por esa raspa de hierro entra un mundo lejano, qué digo uno, miles, millones. Y pensar que por culpa de esa columna robótica las casas han cambiado su forma: han pasado de circo a teatro. Todo por culpa de un objeto de plasma o vaya a saber mañana de qué.
Le gustaba pasar el tiempo allí. Al menos el aire corría y se sentía más libre. Todo lo libre que puede sentirse uno encerrado en un panal cúbico llamado hogar.
Se echó la mano al bolsillo y sacó un paquete de tabaco aplastado y resudado. Tras abrirlo miró a su interior y contempló los escasos cigarros que yacían en el sarcófago de cartón, esperando ser incinerados. Tomó el menos arrugado y se lo puso en los labios. Buscó en los bolsillos el mechero, pero sin obtener resultado. Así que tuvo que volver a entrar en su panal para poder encendérselo. Aquella noche no podía dormir por culpa del calor. Maldito calor, seco o húmedo, qué más daba. Recorrió a oscuras las habitaciones y pasillos para no despertar a nadie (ni al resto de zánganos ni a la abeja reina) tropezando con muebles de toda la vida y sombras recién conocidas.
Al llegar al salón peinó la mesa a tientas en busca del encendedor, que estaba al borde. Al tocarlo lo empujo y éste cayó al suelo. Entonces tuvo que arrodillarse a buscarlo. Tardó un buen rato en encontrarlo entre polvo y pelusas, pero una vez agarrado era difícil que alguien se lo quitase. Llegó a la terraza de nuevo y nada había cambiado. Sólo las nubes se habían movido y la luna, ya sin vergüenza, asomaba valiente dando la cara al calor al mismo tiempo que daba la espalda al sol.
El mechero tenía poco gas y tuvo que hacer varios intentos hasta conseguir su meta. Tan pronto una bocanada de humo inundó sus pulmones, se volvió a sentir libre, lejos de todo, del trabajo, del calor, de la vida, del amor… y a la vez solo.
Sólo libre y sólo solo. Nada más. No sentía ni alegría ni tristeza ni pena ni esperanza.
Seguía consumiéndose el cigarrillo mientras miraba al horizonte, a las luces. Al fondo parpadeaban luces rojas y azules (¿policía aérea? No, un avión seguramente) No se distinguía bien de qué tipo. Sólo subía y subía, sin prisa aparente por llegar a ningún sitio. Desafiando a la luna, al verano, a los inmensos edificios, a las antenas, al silencio vecinal y a él mismo.
El cigarro llegaba a su fin y decidió entrar a apagarlo a la cocina, que era la habitación contigua a la terraza. Al pasar por delante de la nevera sintió sed y se sirvió un vaso de agua helada, después otro y después otro. De pronto, notó que comenzaba a sudar aún más. Antes de volver a la terraza, cogió un bolígrafo de esos de propaganda con imán de la nevera y escribió una nota en mayúsculas, que dejó en la nevera sujeta con un imán de una paellera con su paella en miniatura.
Volvió a la terraza con paso firme y sereno, sudando como nunca. Sus pies descalzos se pegaban a las baldosas. Volvió a mirar al horizonte y el avión había desaparecido.
Se acercó más al borde para mirar a ver si lo veía en la lejanía, pero nada. Entonces tuvo una idea. Se subió a los barrotes con poco equilibrio y en dos tiempos. Oteó el horizonte en busca de "su" avión como había visto hacer en una película de piratas el día anterior. Al no verlo, cerró los ojos y se sintió en el mar. Oía incluso a las gaviotas, la suave brisa acariciaba su torso desnudo y el olor a agua salada se adentraba en sus fosas nasales con fiereza.
Una vez arriba abrió los brazos como si fueran alas, como si estuviera crucificado. Encogió un poco las rodillas para tomar impulso y se lanzó de cabeza al agua fresca donde no se veía el fondo.
En ese mismo momento, una ráfaga de aire entró en la casa por la terraza y correteó hasta la cocina. Jugó con la nota de la nevera como si fuera una hoja seca hasta depositarla en el suelo. Yacía dejando a la vista la cara escrita poco antes, que, con un trazo regular decía:
"SÓLO QUERÍA VOLAR"
Y debajo de esto firmaba con su nombre (sin apellidos ni con su rúbrica habitual, sólo su nombre en mayúsculas) rodeado de plumas.

OJOS

Andaba detrás de su belleza. Se había enamorado del concepto que se había creado en su mente. Pero también de su pelo, de sus ojos color miel…
¿Miel? En realidad no eran miel. No recordaba de qué color eran. ¿Cómo se puede estar enamorado de alguien y no saber de qué color son sus ojos? Era muy frustrante.
Comenzó a pensar cómo describir los ojos. Pensó que podían ser avellana o nuez, castaños, tostados o pardos, como el cuero o la madera, del color del corcho, arena del desierto o de la playa, chocolate o mazapán (ambos tan dulces)… y tantos otros que nombró al principio y que se hicieron invisibles a la memoria y la retina.
Pasaba horas sin dormir y sin comer intentando acordarse del color. Cada elemento que añadía a su lista se encadenaba a otro y ya no recordaba si lo había repetido. Llegó a tener en su casa colores por las habitaciones, colores por los rincones, colores en el baño, en el salón y en la nevera. Colores por el pasillo, en los sillones, en el cuarto de invitados, en los cajones, en los armarios. Abría el grifo para beber agua y salpicaban colores. Había colores debajo de la almohada y de los cuadros. Dentro del reloj de pared. En su camisón, en el neceser, centrifugándose en la lavadora, enganchados en las telarañas del desván. En la televisión, la radio, el periódico, las revistas. Los colores resolvían los crucigramas, dormían la siesta, escuchaban música, cocinaban más colores, y vestían con sus ropas.
No podía más. El día en que el perro durmió fuera porque los colores estaban en su caseta se armó de valor. Tuvo que cargar su arma con algo más que balas: el insomnio, la desesperación, la frustración y las lágrimas entre otras balas, llenaban el tambor.
Le vio. Tan lindo. Pero tan lejos. Desde el fondo del corredor. El tiempo iba demasiado lento y su corazón demasiado rápido. La arritmia entre las agujas del reloj y las contracciones de sístole y diástole eran insostenibles.
En cuanto pasó por su lado le tomó del brazo. Todo se iba a acabar: el mito de barro destruido. Al fin se iba a personar el amor. Le miró a la cara, una cara de niño que aún estaba por crecer encerrado entre vello de adulto y un cuerpo extraño. Arrancó desde su cuello. Pasó por su mentón, sus pómulos…y los vio.
Nunca los hubiera podido describir en mil sueños ni en mil cuentos de las mil y una noches. La paleta de las sensaciones se tiñó de un solo elemento.
Eran marrones.

OTRO AMIGO FILÓSOFO

Yo tengo un amigo que, aunque no es gallego, lo es. De los que te dicen depende si les pregunta si suben o bajan.
El otro día me lo encontré. Estaba leyendo una montaña de libros. Yo, para demostrarle el aprecio que le tenía, le quise regalar un señalador de páginas, pues había observado que no tenía ninguno.
Así que busqué uno acorde a sus gustos y se lo dejé envuelto en su mesa habitual de trabajo.

Días más tarde le volví a ver con sus papeles y tomos sobre temas variados. Le pregunté por el señalador que le regalé, y él no lo recordaba. Después de darle muchos detalles y explicarle concienzudamente a qué objeto me refería, cayó en la cuenta. Se disculpó alegando que no me dio las gracias pues el separador no era para él. Yo me quedé estupefacto, no le entendía. Entonces fue él quien me lo explicó. Me dijo que al principio usó el señalador para saber por dónde iba. Pero al poco rato descubrió que era más indicado regalárselo al libro, puesto que él sabía por dónde iba, era el libro el que no sabía por dónde iba él.

No me quedó más remedio que callar y escribirlo aquí.

GRACIAS A LEMON (UN AMIGO FILÓSOFO)


Lemon, un amigo mío muy querido, me dijo una cosa cierta: no hay tiempo para el amor. Yo, simple, entendí que era un fatalista.
Al contrario. Más tarde ese mismo día, un filósofo español vino a decir en un programa de televisión lo mismo, pero con otras palabras: "Nosotros cuando hacemos un plan de vida no nos preocupamos del amor. Por eso le quitamos tiempo a otras cosas y se lo damos al amor."

Y entonces descubrí que mi amigo no sólo es filósofo, sino un perfecto hombre del amor.

DIÁLOGO DE TORRES Y PEPE

- "Yo puedo vivir del cuento"-dijo Torres.

-"Yo cuento que puedo vivir"-respondió Pepe.

UNA DE CANCIONES DE SILVIO RODRÍGUEZ

OJALÁ
Ojalá que las hojasno te toquen el cuerpo cuando caiganpara que no las puedasconvertir en cristalojalá que la lluviadeje de ser milagro que baja por tu cuerpoojalá que la luna pueda salir sin tiojalá que la tierra no te bese los pasosojalá se te acabe la mirada constantela palabra precisa, la sonrisa perfecta.
Ojalá pase algo que te borre de prontouna luz cegadoraun disparo de nieveojalá por lo menosque me lleve la muertepara no verte tantopara no verte siempreen todos los segundosen todas las visiones.
Ojalá que no pueda tocarte ni en canciones.
Ojalá que la aurora no de gritos que caigan en mi espaldaojalá que tu nombre se le olvide a esta vozojalá las paredes no retengan tu ruidode camino cansadoojalá que el deseo se vaya tras de tia tu viejo gobierno de difuntos y floresojalá se te acabe la mirada constantela palabra precisa, la sonrisa perfecta.
Ojalá pase algo que te borre de prontouna luz cegadoraun disparo de nieveojalá por lo menosque me lleve la muertepara no verte tantopara no verte siempreen todos los segundosen todas las visiones.
Ojalá que no pueda tocarte ni en canciones.
Ojalá pase algo que te borre de prontouna luz cegadoraun disparo de nieveojalá por lo menosque me lleve la muertepara no verte tantopara no verte siempreen todos los segundosen todas las visiones.
Ojalá que no pueda, tocarte ni en canciones.

AUNQUE NO ESTÉ DE MODA
Voy de mi hacia ti, voy de ti hacia miquiero hacerte un regalo viejodesempolvemos algo las pasiones lejanasalgo de aquellos sueños sin ventanasvivamos de corrido sin hacer poesíaaprendamos palabras de la vida.
Desnudémonos pues como viejos amantesque lo mismo de siempre nos quede adelantedesnudémonos pues como viejos amantesque se apague la luz y que el sol se levante.
Te quiero salvar de tu desnudezen pleno centro de la soledadme quiero salvar haciendo revolucióndesde tu cuerpo de cristal.
Algo nos está pasandoayer leí una mano y cada dibujo al verme me interrogóalgo nos está pasandoayer apreté el interruptor de encender la luzy encendí el sol.
Voy de ti hacia, voy de mi hacia ti, vamos a hablar en voz muy bajadime lo que te pasa, déjame levantarte déjame darte un beso y curartevivamos de corrido sin hacer poesía aunque no esté de moda en estos días.
Aunque no esté de moda te pido una mano mis entrañas no entienden de estética y cambiosaunque no esté de moda repite conmigo quiero amor, quiero amorquiero amor compartido.
Te quiero salvar de tu desnudez en pleno centro de la soledadme quiero salvar haciendo revolución desde tu cuerpo por variar.
Algo nos está pasandoun ruido como de pasos viene en la oscuridad y se vuelve a iralgo nos está pasandodesde que la gente esta empeñada en quererse amar y en poder vivir.

SILVIO RODRÍGUEZ