Monday, June 19, 2017
La Primera Guerra Mundial: Introducción
La Primera Guerra Mundial,
también conocida como Gran Guerra, fue una guerra desarrollada principalmente
en Europa, que dio comienzo el 28 de julio de 1914 y finalizó el 11 de
noviembre de 1918, cuando Alemania pidió el armisticio. El 28 de junio de 1919,
los países en guerra firmaron el Tratado de Versalles. Hasta el comienzo de la
Segunda Guerra Mundial, esta guerra era llamada Gran Guerra o simplemente
Guerra Mundial. En Estados Unidos originalmente se la conoció como Guerra
Europea. Más de nueve millones de combatientes perdieron la vida, una cifra
extraordinariamente elevada, dada la sofisticación tecnológica e industrial de
los beligerantes, con su consiguiente estancamiento táctico. Está considerado
el quinto conflicto más mortífero de la historia de la Humanidad. Tal fue la
convulsión que provocó la guerra, que allanó el camino a grandes cambios
políticos, incluyendo numerosas revoluciones con un carácter nunca antes visto
en varias de las naciones involucradas.
Recibió el calificativo de
mundial, porque en ella se vieron involucradas todas las grandes potencias
industriales y militares de la época, divididas en dos alianzas opuestas. Por
un lado se encontraba la Triple Alianza, formada por las Potencias centrales:
el Imperio Alemán y Austria-Hungría. Italia, que había sido miembro de la
Triple Alianza junto a Alemania y Austria-Hungría, no se unió a las Potencias
Centrales, pues Austria, en contra de los términos pactados, fue la nación
agresora que desencadenó el conflicto. Por otro lado se encontraba la Triple
Entente, formada por el Reino Unido, Francia y el Imperio Ruso. Ambas alianzas
sufrieron cambios y fueron varias las naciones que acabarían ingresando en las
filas de uno u otro bando según avanzaba la guerra: Italia, Japón y Estados
Unidos se unieron a la Triple Entente, mientras el Imperio otomano y Bulgaria
se unieron a las Potencias Centrales (Triple Alianza). En total, más de 70
millones de militares, incluyendo 60 millones de europeos, se movilizaron y
combatieron en la guerra más grande de la historia.
Aunque el imperialismo que venían
desarrollando desde hacía décadas las potencias involucradas fue la principal
causa subyacente, el detonante del conflicto se produjo el 28 de junio de 1914
en Sarajevo con el asesinato del archiduque Francisco Fernando de Austria. Su
verdugo fue Gavrilo Princip, un joven nacionalista serbio. Este suceso desató
una crisis diplomática cuando Austria-Hungría dio un ultimátum a Serbia y se
invocaron las distintas alianzas internacionales forjadas a lo largo de las
décadas anteriores. En pocas semanas, todas las grandes potencias europeas
estaban en guerra y el conflicto se extendió a muchas otras áreas geográficas.
El 28 de julio, los
austro-húngaros iniciaron las hostilidades con el intento de invasión de
Serbia. Mientras Rusia se movilizaba, Alemania invadió Bélgica, que se había
declarado neutral, y Luxemburgo en su camino a Francia. La violación de la
soberanía belga llevó al Reino Unido a declarar la guerra a Alemania. Los
alemanes fueron detenidos por los franceses a pocos kilómetros de París,
iniciándose una guerra de desgaste en las que las líneas de trincheras apenas
sufrirían variación alguna hasta 1917. Este frente es conocido como Frente
Occidental. En el Frente Oriental, el ejército ruso logró algunas victorias
frente a los austro-húngaros, pero fueron detenidos por los alemanes en su
intento de invadir Prusia Oriental. En noviembre de 1914, el Imperio Otomano
entró en la guerra, lo que significó la apertura de distintos frentes en el
Cáucaso, Mesopotamia y el Sinaí. Italia y Bulgaria se unieron a la guerra en
1915, Rumania en 1916 y Estados Unidos en 1917.
Tras años de relativo
estancamiento, la guerra empezó su desenlace en marzo de 1917 con la caída del
gobierno ruso tras la Revolución de febrero y la firma de un acuerdo de paz
entre la Rusia revolucionaria y las Potencias Centrales tras la célebre
Revolución de Octubre en marzo de 1918. El 4 de noviembre de 1918, el Imperio
austrohúngaro solicitó un armisticio. Tras una gran ofensiva alemana a
principios de 1918 a lo largo de todo el Frente Occidental, los Aliados
hicieron retroceder a los alemanes en una serie de exitosas ofensivas.
Alemania, en plena revolución, solicitó un armisticio el 11 de noviembre de
1918, poniendo fin a la guerra con la victoria aliada.
Tras el fin de la guerra, cuatro
grandes imperios dejaron de existir, el alemán, ruso, austro-húngaro y otomano.
Los Estados sucesores de los dos primeros perdieron una parte importante de sus
antiguos territorios, mientras que los dos últimos se desmantelaron. El mapa de
Europa y sus fronteras cambiaron completamente y varias naciones se
independizaron o se crearon. Al calor de la Primera Guerra Mundial también se
fraguó la Revolución Rusa, que concluyó con la creación del primer Estado auto
denominado socialista de la historia, la Unión Soviética. Se fundó la Sociedad
de Naciones, con el objetivo de evitar que un conflicto de tal magnitud se
volviera a repetir. Sin embargo, dos décadas después estalló la Segunda Guerra
Mundial. Entre sus razones se pueden señalar: el alza de los nacionalismos, una
cierta debilidad de los Estados democráticos, la humillación sentida por
Alemania tras su derrota, las grandes crisis económicas y, sobre todo, el auge
del fascismo.
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