Friday, June 30, 2006

LA VISIÓN


Bolsas de Ikea para dos. Y en la otra mano, una mascota dentro de una jaula. Se dirigen llave en ristre hacia un portal. Barrotes metálicos en dos puertas que para ellos es la libertad en vida.
No tener que bajar siete pisos para tarsladarse ni cuatrocientos cincuenta y seis kilómetros a nado para poder llegar. Ni diez millones trescientos y pico mil segundos para que los relojes se paren (o en este caso sus respectivas cuerdas o pilas). Dicen, dicen, dicen por ahí que han encontrado una cueva donde teñirse el cuerpo de verde en barreños.
No...
De la ciudad subterránea y calorífera donde el golpe del teclear es el futuro de la alquimia sólo quedan los pelos blancos de otros poetas que me recuerdan lo mucho que me encanta el ron-ronear y los arañazos en los brazos instrumentales de la música.

Piénsalo...piénsalo...¿qué es lo que pasa?¿quésloquepasa? Clarísimo, un día volteamos el mapa y poniendo la mano debajo dejamos caer a la gente que nos importa al lado nuestro, para así dejar de buscar viajes.
Nota: el abono joven caduca hoy, bienvenidos al mundo del carro andante y del patear las ciudades (bueno, el caso es que tampoco era tan poco común) A este paso el que se muere no es Maratón (Gonchi dixit) sino nosotros los jeremías de la noche.
Ah, sí. ¿Dónde estarán los de la bolsa del Ikea?En casita, que llueve. No...por eso la calle es mi hogar (delirios etílicos)

Sunday, June 25, 2006

CUANDO TIEMPEMOS MENOS VIDAREMOS MÁS


Hipotecando pequeñas felicidades al cambiarlas por obligaciones. La Reina del último minuto me dijo que era imposible cambiar. Me recuerdo allí, postrado ante su trono, intentando ganar algo más de tiempo y de crédito para mis acciones que estarán por venir. Pero arañar segundos es como querer domar el cielo. Así que la audiencia en su palacio terminó pronto y heme aquí, perdido del tiempo: contratiempos a destiempo. Su majestad aun cuando dura sabe ser magnánima.
Caminando de vuelta a ninguna parte (tampoco era de vuelta porque no venía de allí), iba pensando:
Los ancianos tienen poco tiempo y pocas cosas que hacer. Parece que la juventud es síndrome de stress. Y aún así, benditos ambos. Somos esto y lo otro, dicen. Somos tiempo y relojes, arena y estiércol, gusanos y placenta. Somos lo que tarda el fuego en arder en una hoguera o un hielo en derretirse en un vaso compartido. Lo que tarda un amigo en despedirse hacia su presente. Somos también el tiempo que se nos escapa poco a poco mientras lo contamos con calculadora. Hala, a ponerlo en la balanza de pagos. (Mi reina, ¿era en el debe o en el haber?) Tarde: suspensión de pagos de nuevo. Otra vez como Pinito del Oro para no caer en quiebra.
Agujas del reloj que nos devoran como Saturno a sus hijos. Mi reina, llame a su ejército pues hoy la serpiente tiene ganas de encerrarnos en su estómago donde las ruedas siguen girando, todo transcurre menos la muerte, hasta que se cambian los papeles (agorero).

[imagen: TIEMPO de Adán Dorfman]

Monday, June 19, 2006

SERENATA EN MI MAYOR


Compás, compás, compás. Ya no tengo con qué hacer más círculos. Ahora a copiar a la luna por las noches, siempre y cuando sea llena, pues ya no me queda paciencia, el pelo me crece y el tiempo me dilata, el estómago se resiente y uno nota como su yo, su super yo, su infra yo, su mega yo, y demás zarandajas, se convierte en un alter ego capaz de sacar aspectos diferentes de uno mismo y de cambiar de respiración tan fácil como si fuera parte de un ejercicio teatral.

La Serenata para Cuerdas en Mi mayor fue compuesta por Dvorák durante el mes de mayo de 1875. André Lischké califica esta página musical como una “obra poética, intimista, de rica invención melódica”. Como no, intiMISta. Incluso YO diría intiMISMISta. Según Lischké, en esta obra “Dvorák busca la unidad del conjunto a través del principio cíclico”. Hombre, alguien que me recuerda a MÍ, siempre cíclico, siempre dando muntas. Lo que pasa es que mis serenatas tienen otro sentido en cuanto a lo clásico se refiere, otra acepción.

Porque siempre soy diferente a los demás (o eso me creo). Yo, por supuesto. Yo, mi, me, conmigo, pero esta vez, con otros.

Friday, June 16, 2006

LA MEMORIA DEL POST IT (RECUERDOS DE PAPEL)



Da miedo pensar que todos acabaremos siendo recuerdos en forma de fotos guardadas en un cajón, o simplemente obviadas de la historia de otras personas. Da demasiado miedo el pensar en lo efímero de nuestra realidad para los demás. Verdadero pánico.
Somos como lo que una vez tuvimos que memorizar para un examen y una vez hecho, se nos olvidó. Quizás para guardar nuevos contenidos, como nuevas personas, como nuevas fotos..
Habrá un día en que suframos de una cierta demencia olvidadiza, Alzheimer o nuestro cajón ya no dé más de sí. Entonces, entonces sí que aterra pensar que sólo estaremos nosotros en una neblina difusa de historias medio verdad semi mentira, la mayoría inventadas por nosotros mismos, o creadas, que es lo mismo.
La memoria del post-it. Todo comprimido, lo esencial. Retazos de vida escritas a pinceladas sobre un cuadradito de papel con pegamento. Para llevárselo donde sea, en el neceser, pegado al libro, en la ropa o sobre la frente.
Cuando seamos peces y olvidemos todo, esos post it crecerán y nuestros recuerdos tenderán a ser cada vez más frágiles. Se rajarán a la mínima que se escriba algo sobre ellos y nuestra memoria no será tan plástica como antes lo fue. Poco a poco, tendremos post it para saber dónde pusimos los otros post it. Y sí, claro, llegará el día en que sólo tengamos un post it en blanco. Habrá quien lo cuelgue de una pared de un museo y lo llame vanguardia. En surrealismo, Dalí se adelantó con "La persistencia de la memoria"
Nota: ¿En 1931 existían los post it ya? ¿Dalí sabía que existían?

SOLAMENTE POR LLORAR



Solamente por llorar me pierdo sonreír, razón de más para no hacerlo. Sólo por llorar me pierdo el verte, aunque sea marcharte. Solamente por llorar me perderé tus palabras, de tan concentrado en el llanto. Solamente por llorar dejaré de ver paisajes, amaneceres, revoluciones, lunas, cielos morados, estrellas aunque fugaces. Sólo por llorar no podré comer aceitunas ni seguir cantando, ni escuchar más música.
Solamente por llorar no podré seguir conociendo gente, ni escuchar palabras, ni seguir escribiendo. Sólo por llorar no podré ver esos otros lados del mundo, ni cómo éste da vueltas. Solamente por llorar dejaré de ver el arte. Sólo por llorar no podré invertir tiempo en querer. Solamente por llorar no podré besar más el aire, ni compartir más vasos de amistad. Sólo por llorar no haré que las cosas pasen, ni que el tiempo vuele, ni que todo cambie. Solamente por llorar no me salvaré ni te salvaré a ti. Sólo por llorar mi única preocupación será encontrar pañuelo. Sólo por llorar no podré seguir brindando al son de otras derrotas.
Sólo por llorar no haré otra cosa que llorar.

[Imagen, cómo no, de Man Ray]

Tuesday, June 13, 2006

LA LÍNEA 61


Subió rápido al autobús 61. Por poco no la dejó fuera. Hoy que encima llevaba mucha prisa. Se fijó en el conductor para recriminarle con la mirada, pero al verle no pudo decir nada. Un mutismo invadió su lengua, paralizada como en el dentista.
Se sentó lo más rápido que pudo para que no notara su enrojecimiento progresivo. Sin embargo él no hacía más que mirar hacia delante mientras ella lanzaba miradas furtivas de vez en cuando. Más pronto que tarde, llegó su parada y bajó, dejando en su asiento todas las preocupaciones que hasta ese momento la dominaban, y acompañándola ahora una sensación de estar incompleta. Sensación que la acompañó todo el día y que revolvió aquellas sábanas hace tanto tiempo sin compañía.
Al día siguiente volvió a tomar el 61 a la misma hora. No para verle, pero si estaba ya era un suplemento a su día. Y efectivamente, ahí aparecía, agarrado firmemente al volante. Esta vez le saludó y fue a sentarse, pero no había sitio. Entonces decidió quedarse en la parte delantera, cerca de su asiento, como desatendiéndose de él y disimulando muy mal. Ese día había manifestación en la ciudad y el recorrido del vehículo quedó cortado durante un tiempo, así que entablaron conversaciones sobre nada y sobre todo, como hacen los vecinos en el ascensor. Lo que la desarmó fue que fuera el conductor el que rompiera el hielo y se dirigiese a ella.
Pasados unos minutos más o menos largos, que fueron a la vez fugaces y eternos para los dos, volvió a llegar el turno de bajarse y así lo hizo.
Los días siguientes tomó el mismo bus y habló con él. Pero ya no lo tomaba en su parada ni se bajaba en su destino, sino que aumentaba el recorrido hasta poco a poco completarlo.
Un buen día de ese mismo mes, esa línea 61 se quedó con el asiento del conductor vacío y una usuaria menos. Los demás pasajeros, huérfanos de chófer, no se dieron cuenta nunca del motivo.

EL BURRO EN EXTINCIÓN


Se rinde (serrín de) la cabeza de tanto pejiguero. Hay veces que uno es el burro y se empeña en tirar de un carro que no existe o, si existe no tiene ruedas. Y venga a subirse gente, como si esto fuera el cuadro de El Bosco. Pero esto no es heno, sino alfalfa. Bueno, quizá algo de alergia si que hay, alergia al eco, pero eso es otro sinverso (verso, inverso, sin verso, sinvergüenza...). Un verso adverso, de rigor, perverso y diverso. Un verso versionado hasta verse convertido en una conversación por pura diversión.
Dormido de un tirón por fin. De un tirón de la sábana, se entiende. Refugiado en esa trinchera suave y esperando que pasen de una vez los sueños para poder aceptar la que se viene encima. Porque se suprime sólo con un momento, pero lo que es desuprimir ya es otra cosa. Es tan fácil encontrarse con lo extraño cuando uno va andando o perderse por la ciudad de noche al aceptar una invitación en un momento señalado. Pero no todo es tan fácil. ¿Serán, como se dice, cosas del destino?
Destino y desatino sólo cambian por una a. Quizá la a perdida, como la a de atlántida. Esa a es la que se busc-, porque -sí est-mos, intent-ndo d-rle un sentido - lo que se escribe. Dej-ndo circunloquios -p-rte y expres-ndo de un- vez lo que infinit-mente se siente.

Tuesday, June 06, 2006

ALLÁ AFUERA...ABRIR LA PUERTA


El que no tenga miedo, que no siga leyendo. El que no tema verse un día calvo cual calavera que no siga viviendo (gran contradicción).
Es-tres, es-cuatro...y así, hasta diez para calmarse.
El que tema sufrir, que no se atreva.
El gozo de la calma comparado con el gozo del éxtasis, de la explosión. Démosle la vuelta, diantre. La calma del gozo o de explotar.
Por fin una puerta abierta hacia el vacío. El pomo es gelatinoso y parece que la cerradura se expande al compás de los latidos.
Vértigo en los vértices de los vórtices, si estos fueran cuadrados en otro lugar que no sea el sediento mutismo.
Los labios ya cuelgan de la pared de un museo, vigilados por cientos de cámaras de vídeo. Su imagen quedará almacenada en montones de cintas que se llenarán de polvo en un almacén, etiquetadas previamente y ordenadas. Mientras tanto, otros plastifican caricias. Los menos, guardan los abrazos en la nevera para que no se descongelen aún. Y él, llevaba siempre en la cartera, cerca del bolsillo izquierdo de la camisa y por ende, del corazón, el sonido de su voz.

El vaso nunca está vacío. Cuando parece estarlo, guarda aire. Y si no, guarda vacío.

Saturday, June 03, 2006

EN BUSCA DE ACEITE


Hoy no está cerca, pero está más presente que nunca. Hoy no está cerca y las calles chirrían, se quejan como si hicieran gritos munchistas. Hoy las aceras resbalan, como le resbala la vida, como cae el vino sobre la camiseta blanca y no se esmera por limpiarla.
Hoy se mira en el espejo y ve que tiene la raya en el lado que no debiera y no por efecto óptico.
Los muelles de la realidad necesitan un engrase. Parece que las junturas se despegan. Y el móvil sonando, digo yo, pero al otro lado ni la voz del contestador. Será la técnica la que falla y no la voluntad (la teknés carece de ella por ahora)
Haciendo una gertgrería, al estilo del gran literato del microbérrimo relato, los engranajes no se acoplan, sino que se acercan a besarse. Pero como ya dije, no hay suficiente aceite.
Toma los apuntes en sus manos y lee una frase harto conocida, la cual varía. "Si tú y yo compartimos un euro, tenemos un euro cada uno. Si compartimos una idea, no crean que tenemos dos ideas, sino cuatro. Las resultantes de cada dos y de mezclarlas"
Después, cansado y aburrido de que en la máquina de la cafetería no vendan aceite, coge el diario y lo abre. Dos noticias. Pimera, "El Ayuntamiento de Calpe presenta una denuncia contra sí mismo por una licencia ilegal". Segunda, "Una mujer ataca desnuda a los clientes de un hotel".
Menos mal, no soy el único que se está volviendo loco.

Thursday, June 01, 2006

AGARRADO DE AQUÍ Y DE ALLÁ, TRAZOS IMPRESIONISTAS


Aprendizaje por asociación (En un libro en la biblioteca).

Quien no está loco no tiene porqué necesariamente estar cuerdo (gertismo)

Prohibido estudiar. Te echan a las ocho (es lo último en prohibiciones)

Si Ouka Lele tuviera un fotoblog... (reflexión fotográfica)

Fulmina un rayo, fulmina la mirada, pero más fulminante es el silencio (gertismo)

Humo cándido tras la cámara fotográfica. ¿Flash de magnesio? No, sólo surrealismo (más influencia fotográfica)

A golpes se aprende...y a hostias ni te cuento (silogismo regalado a un amigo)

Entre las vías del tren crecen flores suicidas (greguería del gran Gómez de la Serna)