Tuesday, May 23, 2006

AMOR EN PRIMAVERA...


La llegada de la primavera significa varias cosas. Para unos, alergias; para otros, buen tiempo. Otros piensan en ella como el final del descanso y el principio de los exámenes. Los hay también que le ven cierto sentido romántico. Y por supuesto, los que piensan "que la sangre altera".
Emilio era el paradigma del caso último. Parecía sólo enamorarse de primavera en primavera. La flecha en una sola diana: Blanca.
En esos momentos de enajenación erótica la amaba, y durante el resto del año "si te he visto no me acuerdo y si no te veo no tengo porqué darte explicaciones". Lo más doloroso es que ella le quería. Como suele suceder, él a hacerla daño, consciente o no, bajo el influjo de las margaritas o de lo que sea. Y es que, bien es cierto que de primavera a primavera pasa demasiado tiempo, demasiadas cosas y más a estas edades: 12, 13, 14...Cuando cada primavera que cumples hay 9 meses restantes, un embarazo más. Así que entre embarazo y embarazo volvía a su antojo. Perdón, a su antojo con "b" de Blanca.
Y así durante tres años. Cual abeja volvía a li ar en ella religiosamente cada 21 de marzo, día de su cumpleaños para rematar. Pero llegó un día en que...no pasó nada. Aquel 21 de marzo se hizo el más desgarrador invierno en su corazón. Harta de sentirse presa de las inclemencias del tiempo, no del weather sino del time (exactamente del season time), decidió darle algo de agua templada a su alma. Si en caliente se suele errar y en frío se requiere mucho tiempo, lo mejor es actuar templado. Así surgió la idea. Que la pensara rápido no significó que la ejecutara a la misma velocidad. Aún pasó tiempo y gastó dinero y esfuerzos hasta el límite. Se hizo con una empresa que tenía el monopolio en la fabricación de calendarios. Así podría decidir según le apeteciera qué día era el idóneo para ser querida. Había momentos en que le resultaba pesado tener todo previsto, de modo que dejaba caer la fecha al azar, en cualquier día. Violando leyes, costumbres y climatología.
No vayan a pensar que iba a poner el calendario todos los días la fecha señalada. En ella también afloraba la primavera de vez en cuando.

1 comment:

Sylviariel said...

Y en la última primavera, quemó la fábrica de calendarios y todas sus franquicias,para poderse quedar allí para siempre(Y compró las de condones, paa que no hubiera más embarazos)