Tuesday, March 28, 2006

¿MENSAJES OCULTOS?


Una bolsa blanca con triángulos verdes y negros. Una frase que te acabas de inventar:
los que más rápido arde es el recuerdo si sabes con qué prenderlo.
De pronto, te giras y ves a un ángel con la boca metálica pero una lengua empapada en la palabra y el gusto. La imaginas como en película antigua (o clásica según los teóricos), porque como decía el gran Octavio Paz, "la realidad es más real en blanco y negro".
Comienzas a caminar por la calle mientras diluvia siguiendo esa teoría del absurdo que tanto amas y al llegar a cada esquina decides ir por una de las dos direcciones, la primera que te viene a la cabeza. Es algo que Bretón y los suyos hubieran llamado "andadura automática".
Pero sucede que sin quererlo caes en un caligrama de Apollinaire y terminas sobre el suelo mojado. Cómo no, con un gran dolor de garganta, quizá de todas las lágrimas que te tragaste.
Maldices tu falta de equilibrio o mejor, tu falta de conocimiento vanguardista. Porque sin quererlo, te levantas y sigues caminando. En una esquina giras a la derecha y te tropiezas con un espejo que deforma tu figura como a los héroes clásicos. Incluso hay un espejo roto que deforma tu cara en mil pedazos, como si miraras con ojos de araña. Al estar aturdido, o continuando en ese estado absurdo, caminas hacia atrás en un intento de asimilación, y todo el edificio se vuelve puntos rojos. Que resbalan por vigas negras robándoles su forma inicial recta. Las bolas se niegan a seguir un camino recto marcado, quizá están poniendo en práctica la "andadura automática". Poco a poco, las bolas van bajando por los carriles y rebotan en el suelo con fuerza. Entonces te das cuenta de que son corazones. Siguen rodando y caen por una escalera, en cuyo final sólo está el vacío. Decides bajar por la barandilla deslizando tu trasero y caer en ese vacío. Al entrar en él, sales despedido despacio. Te miras tranquilo y sopesas tus daños. Nada.
Pero en la mano tienes un libro.

[Imagen de Siro López]

1 comment:

Uqbar said...

¿Sabes? a veces creo que no debería, no debería pero te odio. Te odio desde lo más hondo del corazón. Eres un cabrón, jodido cabrón. Muchos saben hacer cosas: cocinar, jugar al futbol, cantar... tu sabes desordenar las letras de forma coherente... como me alegra que sepas vivir del cuento. Te odio porque odiarte es saberme una letra en tus frases... te odio pero hasta los huesos, porque no imagino otra forma de quererte más que del odio que te profeso. Gracias por hacerme sentir odidado tu tambien... tu ya me entiendes