Tuesday, February 07, 2006

LA VIDA SON SUEÑOS ROSAS Y VIVEN EN UN CAJÓN


La vida. Un cajón de sastre o un cajón desastre. Hay quien la entiende rosa, aunque sea para romper con los que la entienden negra y blanca (es de esos dos colores para llevar la contraria a la escritura, para no ser negro sobre blanco; nada es casual).
¿Un cuento para resumir una vida o una vida para resumir un cuento?Un cuento a medida, por encargo. Ojalá se pudiera pedir la vida por encargo, que te la traigan a casa, como tu quieras, y UTILIZAR los ingredientes que te sean más gustosos. Y todos contentos, ¿no?
Ella, tan graciosa y peculiar en su forma de ver la vida, perseguía sueños para atarlos con un cordel y sacarlos a pasear. Para no dejarlos en casa y que cogieran polvo. Así se obligaba a verlos, a alimentarlos, a airearlos,...a darles vida. Qué tendrán las mascotas, será que son seres vivos y hacen lo que les da la gana (en su derecho están). Pues igual estos sueños: un día se descontrolaron y por mucha fuerza interna que tuviera, no podía contenerlos. Inlcuso alguno la hizo llorar. Pasaban los días y aquellos sueños la sometían a una tortura psicológica. Los más listos, se reunieron y decidieron que, puesto que ella no podía seguir así, se marcharían a poblar otros hogares en los que las personas que allí moraran estuvieran más convencidos.
Al principio se marcharon algunos, en los que menos creía, también porque se sentían menos queridos. Pero poco a poco, los sueños la fueron abandonando. Ahora, en vez de salir a la calle, se ponía a mirar las fotos de sus sueños, álbumes llenos de recuerdos, de sonrisas y de otros tiempos. Al tener menos sueños, les podía dedicar más atenciones. Ya no sólo les alimentaba y les sacaba a pasear, sino que charlaba con ellos, les contaba sus quehaceres diarios. Pero los sueños se aburrían de tanto cuidado, de tanta charla teórica y tan poca acción. Cada vez que ella se sentaba en el sillón para contarles algo, ellos se escaqueaban poniendo malas excusas. Otros, se hacían los dormidos para no tener que oírla.
Como todo tenía que pasar, se fueron poco a poco. Callados, silenciosos, sin dar portazos ni llamar la atención. Ella se daba cuenta de que poco a poco desparecían (¿cómo no hacerlo si era a los que más quería?)Se sentía traicionada y decepcionada por sus mismos sueños, a los que tanto apreciaba, a los que tanto había querido...
Por eso decidió usar sus sueños como escalón, como bastón, como medio para otros fines. Apoyarse en ellos para lograr otras cosas, a las que en otro tiempo hubiera llamado sueños, pero ahora no sabía como llamar. Quizá fines u objetivos, pero sonaba muy frío. Sonaban cercanos al ámbito empresarial, aunque, por otra parte, marcaba esa distancia que quería guardar (el querer le había hecho daño). Los sueños que quedaban le dejaron definitivamente. No querían ser utilizados como el que entrega un billete y pasa de mano en mano sin saber cuál es su valor, no su precio. Esos sueños contaron lo que ella hacía con alguien como ellos. Difundieron la noticia entre el resto de sueños. Al poco tiempo, toda la comunidad del mundo onírico estaba enterada. Ya no se acercaban a ella. Ya no podría alcanzar sus metas por no tener apoyos...
Sonó el despertador. Todo había sido un sueño...las cosas seguían como antes. Los sueños no la habían abandonado, sólo era un toque de atención.

2 comments:

Lupe Sáez said...

Puede ser que el final sea lo importante (otro día discutiremos sobre eso). Pero...quién te ha dicho que eso sea el final?

P said...

De acuerdo con dafne... no sabes cual es el final; sólo tú puedes deshacerte de tus propios sueños... sigue soñando!