Thursday, December 15, 2005

EL OJO DEL HURACÁN


Dicen que cuando estás en el ojo del huracán te puede volver loco el silencio, por sentirte envasado al vacío. Por eso tienen que moverse al entrar y salir de él, para no notar los contrastes.
El ojo del huracán. Quietud. Calma. Demasiada. Estado squatrizante (stressante más uno). Moscas mudas, gritos ahogados, cadáveres con la boca cosida con hilo de pescar. Aquí no pasa nada. Tranquilidad, existen cementerios.
Más callados y silenciados que los revolucionarios de hoy (revolucionarios auténticos, se entiende). ¿Hacen la revolución del silencio? Revolución sin sangre, pero no si muertos. El primero, el lenguaje. Los siguientes, todos por los que se calla, por los que no se interviene.

(Ojo del Huracán Katrina visto desde un avión Hurricane Hunter. Foto tomada el 28 de agosto de 2005, antes de que la tormenta llegara a tierra.)

2 comments:

P said...

Después de la tormenta viene la calma, pero nunca sabes cuanto va a durar ni lo que va a dejar al pasar, solo deseas que no destruya demasiado ni cree gran malestar, aun que no siempre ocurre así, no todo está en manos del "sabio" hombre...

jorgeimer said...

"Si después de tales tormentas vienen tales calmas, soplen los vientos hasta que despierten a la muerte"
Shakespeare