Sunday, April 23, 2006

LA CIENCIA DEL ERROR


Sucedía que pasaba que acontecía que gente que no conocía le recordaba a otra que sí conoce de vista, de revista o de vista cansada. No sólo de forma interna y de comportamiento, sino en su forma física. Será porque lo nuevo nunca lo es durante mucho tiempo (¿quién dijo eternamente?) y todo se le hace (re) conocido. Los dejavus andantes le llegan a convencer demasidas veces, pero es que también se deja.
Hoy quería comerle la boca aún a riesgo de perder una pieza dental por morder el metal que la adorna. Por eso será que hay tantos espejos multiplicadores hoy en la ciudad. Por eso hay tantas líneas discontinuas en la carretera. Dos que se besan, uno a cada lado del espejo, sin darse cuenta de que es sólo un beso reflejado, cosa que no pasa con las ideas ni con los supuestos vampiros.
La ciencia del error: rectificar (dicen) que es de sabios y equivocarse (dice) es de idiotas, a los que también se suele llamar humanos. Problemas técnicos, disculpen las molestias, otra vez fue un fallo en el sistema imaginativo, que le da por hacer horas extras y repite su imagen como el que hace fotocopias. La ciencia del error es la ciencia más exacta que existe: haga lo que haga, siempre se equivoca, siempre se pudo hacer mejor. Y si no ocurre esta ciencia, se equivoca en este razonamiento, por lo tanto, se cumple.

Previsión para mañana: encontrarla hasta en la sopa.

1 comment:

Anonymous said...

Caminando por el camino,
te cruzaste en mi camino.
Camino de sentimiento,
camino de mi destino.
Y caminando el camino,
me distraje con tus flores,
que me desviarond e mi destino, ahogado entre mil sabores.
Me llamaste con tu dulce voz
y yo a ciegas caminaba,
camino de mi perdición.
Por eso ten cuidado, amigo,
al andar el camino.
No sabes que te deparará,
que te dirá el destino.
Y caminando el camino
que no se te cruce en el camino.
Te distraerá con sus flores,
te ahogará entre mil sabores.
Morirás de muerte,
morirás de amor,
caminando el camino,
camino de tu perdición.