Le condenaron a muerte por confundir dos términos: él entendió "atacar" donde dijeron "acatar". En su defensa alegó que cumplía una orden indirecta y no entendía su culpa. Por supuesto, se declaró inocente.
Era disléxico. Ahora, una vez terminado aquel período de represión, es héroe nacional. Mito del momento. Los niños quieren ser como él, hay calles con su nombre y monumentos. Era un rebelde, dicen los que le conocieron.
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