Tuesday, April 17, 2007
CADA DÍA
La punta de mi lengua se me altera entre alternancias de risa, llanto y gritos. Llegando al cielo por un atajo porque quizás no le quedan fuerzas para volver. Dolores de ánimo, encubiertos con ardores de estómago y pinchazos en las articulaciones; como siempre, disimulo y disfraz, en cada mano, haciendo las veces de espada y escudo.
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