Wednesday, January 30, 2008

CALZADO

Dos ronchas rojas en la cara, artificiales, que cualquier día pudieran tornarse moradas. Embotada en sus zapatillas negras Converse, que tanto odio y he odiado por aquella malsana costumbre de mi madre de hacérmerlas llevar día sí, día también. Y que cuando las rompía y las creía vencidas, una vez más solían aparecer de nuevo (como ahora, que pensaba que las había vencido de nuevo y aparecen en una ola moderna-retro). Este odio me viene a recordar el del (único) calzado sustitutivo: las Victoria coloridas con suela de arroz pegado al fondo de la olla tras toda una noche de abandono. Años más tarde, al ver esa imagen de nuevo, no pude evitar reírme.

2 comments:

Miriam said...

Me pasa cada miércoles que cocino arroz: Por la noche sueño que de nuevo unas victoria me tiñen de azul los pies.

Anonymous said...

yo tenía un amigo que escribía aquí...