Tuesday, October 10, 2006
CARITAS
Tenía que pasar por aquella puerta lo antes posible, pues llevaba prisa.Cuando llegó hasta ella y la empujó apareció un ciego y le dejó paso. En casa desde niño había recibido una serie de normas sobre comportamiento, que aún cumplía sin pensar porqué. Nada más pasar el ciego, una embarazada. Y tras ella, un chico con muletas, una niña pequeña, un perro, una chica con síndrome de down y un anciano.
Como de la nada, comenzaron a aparecer manadas de fontaneros, bomberos, futbolistas, rockeros, albañiles, tenistas, presentadores, jueces, estudiantes, mecánicos, ajedrecistas, cristianos, chaperos, periodistas, literatos, policías, yonkis, prostitutas, ginecólogos, jugadores de baloncesto, críticos de cine, bailarinas, abogados, músicos, arquitectos, ingenieros, drogadictos, separados, curas, esquizofrénicos, escri(b)tores, rastafaris, violadores, sperhéroes, marcianos, porreros, frikis, heavys, militares, motoristas, médicos, cineastas, enfermos de sida, pintores, actores, dependientes, viudos, solteras, monjas, directores de orquesta, carteros, punkis, judíos, presidiarios, camellos, alcohólicos, estrellas del porno, mochileros, políticos, banqueros,
sifilíticos, reyes, publicistas, amas de casa, enfermeras, bloggers...
Dejó pasar a todos. Porque los consideraba más desgraciados que a sí mismo.
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7 comments:
...la prisa es sólo cuestión de tiempo, hacía dónde corren los que no pueden salvarse?
porke desgraciadoss?
¿Al final entró?
Probablemente sea de esa clase de tipo que nunca se sienta en el metro
Es afortunado por sentirse menos desgraciado que el resto. Pero supongo que es porque aun no se conoce bien a si mismo.
Besos desde Lille.
A mi lo que me parece es un pringao ;)
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